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Revista INTERACCION
No. 22
Créditos
| Carta de CEDAL a los Lectores | Indice:
Revista No. 22
Odisea Creativa
POR EL DERECHO A LEVANTAR
EL VUELO
Por: Julio Sierra Domínguez
Docente universitario
Sincelejo- Sucre - Colombia
No
bastan los pies para entender las alturas. Hay necesidad de un par de
alas que conduzcan nuestro ser al sentido más alto de la vida.
De ahí la importancia de ser conductores de acciones plenas de
progreso humano y espiritual.
Atreverse a salir del montón y sortear
la aventura de un camino nuevo, nunca ha sido fácil. Como tampoco
fue fácil crear el universo y mucho menos crear al hombre. Para
que estos hechos se dieran, hubo necesidad de recurrir a un elemento sublime:
El Amor. Sólo así fue posible un ser nuevo capaz de conservar,
transformar y recrear el escenario de la propia vida.
Por esta razón, nada hay sobre la tierra
que no proclame la obra de un Gran Arquitecto, florecido de amor. Que
no proclame un canto a la vida, en lugar de la muerte como desaparición
y aniquilamiento. Nada hay a la vuelta de la esquina que no sea el advenimiento
de una aspiración.
Transcurrido un trayecto, surge la inmensidad,
el azul del cielo y la aventura de una tierra nueva, pero eso no basta
si siempre tuvimos los pies atados. Es posible que la misma vida haya
proporcionado ratos de aventura sublime y haya permitido la ganancia plena
del soñador que desea transformar. Sin embargo, eso no basta si
no se dio un vuelo pleno de sensibilidad espiritual.
De aquí la necesidad de encarar el juicio
de los propios actos, para que sea la historia quien los premie o los
demande. Por tal motivo, el compromiso individual y social va más
allá de lo que el hombre puede ver y tocar. El perfeccionamiento
de la propia vida es el perfeccionamiento de la colectividad, asunto que
en ningún momento se puede delegar. Somos la única parte
del todo que se hace indispensable para que el todo se mantenga en equilibrio.
Esta razón demanda responsabilidad.
De igual forma, el temple de una mayor interacción con el don espiritual
que sella nuestras acciones. De aquí, la necesidad de comprender
el camino que se elige. La gloria y la redención del hombre nunca
han sido gratuitas.
Las premisas anteriores fundamentan la libertad
de asimilar semejanzas y aceptar diferencias. Descubierto este hecho,
cada persona festejará la llegada de un par de alas para soñar
y una inteligencia en ascenso para hacer realidad la aventura de un acontecimiento
nuevo, donde el hombre le cante al acto sublime de vivir.
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